Las 7 claves para convertirse en un buen jefe (y no quemarse en el intento)

Ser jefe por primera vez puede convertirse en todo un reto profesional, especialmente, cuando no ha tenido mucha experiencia o cuando no ha tenido los mejores referentes profesionales.

Es un hecho que los cambios generacionales, el ritmo acelerado de la vida moderna, la competitividad que ahora es global y el acceso a mejores oportunidades de educación, han permitido que cada vez personas muy jóvenes asuman cargos de responsabilidad en el entorno laboral.

Es posible que usted sea una de esas personas o esté a punto de serlo al asumir un nuevo reto profesional en su corta carrera que implique tener gente a cargo y ser jefe por primera vez en su vida.

Sin embargo, si bien ha llegado hasta este momento por sus méritos, seguramente le habrán surgido una serie de interrogantes, dudas y hasta temores normales cuando estamos adportas de afrontar lo desconocido. Ser jefe suena fácil a primera vista, algunos dirán qué tan difícil puede ser mandar a un grupo de personas y exigirles resultados.

Resulta mi querido amigo jefe primerizo, que la cosa es más compleja y como diría el hombre araña, tener un gran poder, conlleva una gran responsabilidad.

Ser jefe puede tener sin duda muchas satisfacciones y beneficios, pero hay que ganárselos a pulso. Lo primero que hay que entender es que ser jefe no es mandar. Hoy día se trata de convertirse en un líder respetado, admirado y que sea fuente de inspiración para las personas que se tienen a cargo. Ahora sí suena un poco más difícil, ¿cierto?

Es verdad: es difícil pero no imposible, pues los jefes no nacen, se hacen y precisamente respondiendo a la pregunta que ahora debe estar rondando su mente, respecto de cómo hacerlo y cómo lograrlo, le cuento que el camino es largo ya que nunca debemos dejar de aprender.

Para ser más concretos y ayudarlos a convertirse en ese jefe que todos esperan, a continuación les presentamos siete claves que debe tener en cuenta:

1. Sea consciente del su capacidad de impacto e influencia: Usted como referente y jefe de un grupo de personas, tiene que conocer y administrar su capacidad de influir e impactar de manera positiva o negativa el entorno, no solo laboral sino personal de sus colaboradores.

Usted decide cómo quiere que sea ese impacto, por ejemplo, usted puede entrar a la oficina donde están sus colaboradores pateando la puerta o simplemente haciendo mala cara o no saludando: esto que puede ser insignificante para usted, puede afectar gravemente el clima entre su gente, su nivel de motivación y compromiso, en pocas palabras con una simple acción suya se le puede tirar el día a una persona o lo puede motivar al máximo.

2. Desarrolle su capacidad de empatía: Siempre, en cada situación en la que deba interactuar con sus colaboradores, ya sea para formar una decisión, dirimir un conflicto o dar retroalimentación; póngase en el lugar del otro, piense en cómo es la otra persona, en lo que posiblemente le importe o no, trate de entender su realidad y sus motivaciones. Recuerde que antes de ser jefe usted también estuvo en el lugar de la otra persona.

3. Comunicación asertiva: Una de las principales causas de los problemas organizacionales de las empresas se origina en la deficiente comunicación que, en el caso de las relaciones interpersonales, tiene mayores efectos. En este sentido, si quiere ser buen jefe, ‘párele bolas’ a la comunicación, especialmente en aspectos relacionados con la comunicación asertiva, la escucha activa, la comunicación no verbal, la claridad y la oportunidad de la misma. Recuerde la importancia de ponerse siempre en el lugar de la otra persona.

4. Motivación permanente: Respecto a este tema lo más importante es que tenga en cuenta que no todo es plata. Las personas en efecto se mueven por dinero, pero no es la única variable que motiva a una persona. Está comprobado que las personas valoran mucho más otras cosas como el reconocimiento, el reto profesional, que se les trate con respeto y consideración. Recuerde que una de las principales causas de desmotivación de las personas en el trabajo es el jefe.

5. Dar ejemplo: No hay nada que influya más la credibilidad y el liderazgo de un jefe que trabajar hombro a hombro con el equipo de trabajo dando ejemplo, aplicando y no solo predicando o dando órdenes, no hay nada que inspire más a un colaborador que el ejemplo.

6. Inteligencia emocional: El pensamiento racional y objetivo es el que normalmente siempre utilizamos en el día a día. Sin embargo, no siempre funciona o no es suficiente para afrontar todas las situaciones de la mejor manera. Es allí cuando surge la importancia aplicar otros esquemas de pensamiento como la inteligencia emocional, con la cual se abre la posibilidad de contemplar otras alternativas de solución, otras formas de responder frente a las situaciones desde la óptica del ser con un enfoque basado en las emociones y las motivaciones personales.

7. Empodere a su gente: Haga que su gente se sienta capaz de hacer y llevar a buen término sus tareas y los proyectos que usted le encargue. Las personas necesitan sentir que usted cree y confía en ellas. Al principio puede ser difícil soltar, pues el temor al error de sus subalternos no lo dejará que decidan por sí mismos.

Para lo anterior le recomendamos algo llamado delegación inteligente, es decir, usted nunca podrá delegar la responsabilidad, pero sí las tareas y proyectos, dejando que su equipo de trabajo actúe y decida autónomamente dentro de un marco de acción que usted debe darles, con objetivos, plazos e indicadores claros, sistemas de seguimiento y coaching permanente, los cuales conforman su esquema de delegación inteligente.

Alexander Hernández C.

Gerente AZUL Innovación & Crecimiento Empresarial

Twitter: @AZULinnovacion

Fuente: Finanzaspersonales.com.co

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