En el marco de la línea de formación de tutores, la Coordinación de Permanencia Estudiantil de la Universidad Católica de Colombia desarrolló la capacitación “Docentes preparados, alumnos protegidos: Guía práctica para el apoyo emocional”, una iniciativa pensada para brindar a los profesores herramientas que fortalezcan su rol como acompañantes de los estudiantes.
La formación se llevó a cabo entre el 22 y el 26 de septiembre, con la realización de cinco talleres en distintas franjas horarias, permitiendo que 144 profesores participaran activamente.
El espacio tuvo como propósito dotar a los profesores de recursos básicos para actuar con sensibilidad y eficacia frente a estudiantes que atraviesan momentos de crisis emocional, sin asumir funciones clínicas, pero sí como agentes de apoyo, acompañamiento y canalización.
La capacitación, liderada por el psicólogo Andrés Gamba Peña, magíster en Psicología y aspirante a doctor en Neurociencias, brindó pautas para:
- Reconocer indicadores tempranos y evidentes de crisis emocional en los estudiantes.
- Actuar con responsabilidad y respeto desde la ética profesional, sin invadir el campo clínico.
- Identificar cuándo y cómo canalizar adecuadamente a los estudiantes hacia profesionales de la salud mental.
- Aplicar el Protocolo Internacional de Validación Emocional, que integra cinco pasos de regulación emocional.
La voz del experto
Para Andrés Gamba, este espacio significó un ejercicio de construcción conjunta con los profesores, donde no se trató únicamente de impartir contenidos, sino de reconocer y potenciar las estrategias que ya muchos docentes emplean:
“Es muy interesante porque no llegamos a hablar desde cero, sino que varios profesores, de forma intuitiva o formal, han venido preparándose en cómo acompañar emocionalmente a sus estudiantes. Este taller nos permitió construir entre todos nuevas formas de acompañamiento, no solo académico, sino también emocional”.
El conferencista también destacó la relevancia de la actualización constante en estos temas:
“Las estadísticas muestran que alrededor del 40% de los estudiantes universitarios ha atravesado, al menos una vez, una situación de estrés grave en su vida académica. Para que los procesos de formación puedan avanzar, es necesario entender las variables emocionales que intervienen. Por eso, estos espacios de formación son tan importantes”.


Experiencias de los docentes
La capacitación tuvo gran acogida entre los profesores participantes, quienes resaltaron el valor de contar con estas herramientas.
Para Adriana Parra, profesora de la Facultad de Diseño, la experiencia fue muy enriquecedora:
“Nos dan herramientas muy precisas para brindar primeros auxilios psicológicos. Incluso descubrí recursos que desconocía, como las líneas nacionales de atención, que son muy útiles. Estos espacios nos ayudan a concientizarnos de cómo acompañar a los estudiantes y también a manejar situaciones en lo personal”.
Por su parte, Darwin Arturo Muñoz Buitrago, profesor del Departamento de Humanidades, subrayó la relevancia del taller en distintos ámbitos de la vida:
“La salud mental es un tema que nos atraviesa a todos, en la universidad, en la casa o en la vida cotidiana. Este taller me ayuda también como padre, pues me permite evidenciar cómo mejorar lo que hacemos con los estudiantes de manera informal y convertirlo en procesos más conscientes, basados en protocolos claros. Estos espacios son fundamentales porque los casos que encontramos son cada vez más complejos y necesitamos estar preparados para responder”.
Con estas acciones, la Universidad Católica de Colombia reafirma su compromiso con el fortalecimiento de las competencias de sus docentes, promoviendo entornos de aprendizaje más seguros y acompañados, donde la formación académica y el bienestar emocional caminen de la mano.
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